Soy tu Sanador

Soy un Dios sanador. Es mi especialidad. Me dedico a sanar cuerpos y mentes lastimados, corazones quebrantados, personas y sus vínculos con otros quebrantados. 
Dios es tu sanador mensaje de esperanza

Mi presencia tiene un gran  poder sanador. No puedes vivir cerca mío sin experimentar sanidad en alguna de tus heridas. Podrías
disfrutar de una mayor sanidad si la pidieras. No obstante, recibes la sanidad que fluye naturalmente de mi presencia ya sea que la busques o no. Pero hay mucho más para todos los que piden. 

El primer paso para recibir sanidad es vivir siempre cerca de mi. Los beneficios de esta práctica son demasiado numerosos como para enumerarlos. Mientras más y más vives íntimamente conmigo, te doy a conocer mi voluntad en una forma más directa. Cuando considero que estás preparado, te muevo a que pidas sanidad para algún quebranto que tengas o que alguna otra persona esté viviendo y desees que sea libre por mi mano. La sanidad puede ser instantánea o puede ser un proceso. Eso es algo que me corresponde a mi. Tu parte es confiar y darme gracias por la restauración que ha comenzado en tu vida. Raramente sano todos los males de una vez en la vida de una persona. A veces debes aprender que te baste mi gracia y mi amor. No obstante, hay mucha sanidad para quienes cuyas vidas están íntimamente unidas con la mía. Pide y se te concederá lo que pidas.





El es quien perdona todas tus iniquidades,El que sana todas tus dolencias.
Salmo 103.3

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís
Santiago 4:2

7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 Corintios 12:7-9

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7:7