Mi presencia tiene un gran poder sanador. No puedes vivir cerca mío sin experimentar sanidad en alguna de tus heridas. Podrías
disfrutar de una mayor sanidad si la pidieras. No obstante, recibes la sanidad que fluye naturalmente de mi presencia ya sea que la busques o no. Pero hay mucho más para todos los que piden.
El es quien perdona todas tus iniquidades,El que sana todas tus dolencias.
Salmo 103.3
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís
Santiago 4:2
7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;
8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
2 Corintios 12:7-9
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7:7