frecuencia especialmente cuando te sientes solo.
Cuando estas en la compañía de otras personas, a menudo pierdes de vista mi presencia. Tus temores ante personas que no te agradan te ponen bajo sujeción de ellos, tanto que llegan a ser tu preocupación primaria. Cuando te des cuenta que a ocurrido esto, pronuncia mi nombre. Este pequeño acto de confianza me pone en la primera línea de tu conciencia, que es el lugar donde siempre deberías de estar. Al disfrutar de la bendición de tenerme cerca de ti, mi vida puede fluir a través de y ti para bendecir a otros.
¡Esto es vivir la vida abundante!
Proverbios 20.25; Juan 10.10